La inflación mensual de mayo desaceleró al 5,1% respecto de abril, aun así se aceleró la inflación interanual, reflejando el mayor ritmo de los precios ante el desequilibrio macroeconómico. La inflación del mes corrió al 82% anual.
Desarmando la “inflación”, la inflación núcleo cayó al 5,2% tras el 6,7% de abril, siendo relevante que subió 1,8 pp respecto del 3,4% promedio registrado en el segundo semestre del 2021, reflejando el fuerte aumento del gasto y déficit primario con su impacto sobre los bienes y servicios.
A la par de la dinámica de la inflación core, los estacionales solo subieron 3,4% en mayo, (menos de la mitad de lo registrado en el primer cuatrimestre). En tanto los regulados aumentaron respecto del mes anterior, esencialmente por naftas.
Se mantiene la idea de que la inflación seguiría bajando muy pocos escalones más en los próximos meses “dependiendo” de señales del BCRA.
La sostenida y alta inflación principalmente refleja desequilibrios macro.
De no ahondarse el desequilibrio macro, entendemos que el próximo REM tendría una “acotada” revisión alcista para la inflación del segundo semestre, que reflejaría una inflación mensual del 4% / 4.5% mensual.
Teniendo en cuenta la inflación de mayo, las tasas de interés “expost” fueron otra vez negativas en términos reales. Por ello, el BCRA las subiría como mínimo 2 pp (que también dejaría la tasa negativa). Así, la tasa de LELIQ 28 días hoy a una TEA 62% pasaría al 65%; aunque la inflación de los próximos meses correría a un ritmo un escalón superior hacia 70%.
El año, según el REM terminaría en 73% la inflación, 15 pp adicionales a la registrada en el 2021.